17 de enero de 2012

El dinero es lo que importa (El em-perdedor. Preámbulo)

Vaya una serie de artículos por detrás, con este empezando, referidos a los consejos dados por un supuesto emprendedor que jamás tuvo éxito en ninguna de sus aventuras y sí la necesaria cautela de encontrar sitio en su débil memoria para acomodar hechos y experiencias que algún día le permitiesen seguir aprendiendo. “El no tener éxito, – apuntaba el susodicho – no significa fracaso, que también los hay, sino no cumplir con las infladas expectativas que supuestos inversores en tu confianza (– y uno mismo – ) hubiesen querido ver realizadas en cada una de tus andanzas”.


Posiblemente hay más de dos caminos
Foto de filosofia.laguia2000.com

Vista tanta americana ganancia para cualquier idea basada en la tele-trasmisión de bits , muchos caen en la tentación de querer copiar el modelo “starttupiano” que algunos felices triunfadores pregonan en multitud de circunstanciales y oportunos mentideros. El emperdedor, también, varias veces lo intentó – la copia –, y como siempre, no funcionó. Así, aprovechando los tiempos en los que los dueños de lo común de nuevo reclaman más iniciativa para mantener su estatus derrochador y escasa inventiva, el emperdedor quiere compartir todo aquello que, cegado por la luminosidad de la redacción de los manuales de “buenas prácticas”, ahora considera crucial y antes no. Y me lo cuenta a mí, el más íntimo de sus amigos.

No siempre estuvo emprendiendo. Alternó proyectos propios con ajenos siempre con voluntad de hacer algo importante, pasarlo bien y ayudar. En ciclos, y no necesariamente de manera secuencial, se arruinó, vivió bien, se subordinó y mandó. Las ideas brotaban de su ingenua mente y a veces encontraba la manera de realizarlas y la mayoría no. La experiencia de lo nuevo, del cambio y su gestión eran un reclamo para su adhesión. Pensó durante mucho tiempo que las ideas no eran tan importantes sino su ejecución.

Ideas hay millones, cualquier persona ha pensado en algo necesario y que no existe, o bien en algo que existe pero que – ¡lo pide a gritos! – es mejorable. Incluso habrán pensado en cómo capitalizar – hacer dinero – el modelo. Esto, esto último y cómo lo implementes es lo importante” – me decía.

Muchos, como él, en un mundo ahora mallado, internet, con rápidas transferencias para los productos del intelecto, parecían estar ya convencidos de la relativa y moderna futilidad de las ideas. También muchos, más, como él, adoraban la religión del “business·school” por la cual no importa otra cosa sino el cómo. “La idea, una más, su forma en la ejecución, el factor diferencial” – me decía otra vez.


But, do you have money?
Foto de ivandebenito.wordpress.com

Pero la acumulación de años vividos, un día y sin compasión, le arrojó un certero y clarividente común denominador : la estricta dicotomía del resultado dependiendo de la naturaleza de las empresas que acometía. Y es que ejecutaba con suma facilidad y maestría todo aquel proyecto ajeno que jamás le pertenecería, mientras no conseguía ningún tipo de “tracción” en aquellos que él mismo se proponía.

Inició entonces la búsqueda de la razón última de este hecho, para él cierto, que le impedía emanciparse y la encontró. Y tuvo que cambiar su pensamiento; aprendió. “...que se había dado cuenta de su fatal error...”, me contó, “,...ya no importan las ideas, sí, pero tampoco su ejecución, sólo importa el dinero y cuanto más mejor”.

Su razonamiento pasaba por el hecho de que siempre que había acometido un proyecto por encargo, dinero y recursos habían sido puesto a su disposición, mientras que los propios nunca habían contado previamente con ese necesario motor. Es más, constató lo fácil de hacer más si ya existía algo para gastar y lo difícil de arrancar desde “from the scratch”*

Foto de personalfinance4thepeople.blogspot.com

Su consejo entonces es “lo importante es el dinero” y aquí algunos porqués, no importa cuál poner primero:
  • La idea es necesaria pero no suficiente. El dinero, además de necesario es suficiente”.
  • La ejecución es importante pero no determinante. El dinero, si se tiene, hace la ejecución posible y, sea cual sea, permite el arranque”.
  • Ten la idea, construye el modo, pero sobre todo, busca un pagano amigo que te crea”.
  • Si consigues que alguien te financie en los pasos primeros, al menos habrá uno que hará fuerza y tendrá buenos deseos aunque caigas en el más profundo de los agujeros”.
Y me lo cuenta así, con cuasi rima. Yo me sorprendo por la ingenuidad y su obviedad. Y me cita para que nos veamos con cierta asiduidad. Quiere que traslade sus experiencias y las publique en mi blog. Lo haré. Tal vez aprenda algo. Quizás tú también: sígueme en twitter y/o suscríbete por email a este blog (ver margen derecho, arriba).

* “desde cero”

2 comentarios:

  1. yo ya lo he aprendido,,te lo aseguro,, eso si, PAGANDO.

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    1. "es imposible convertir toda la energía de un tipo a otro sin pérdidas", pero aprovechemos lo aprendido para situarnos en la parte que la recibe en la próxima ocasión.

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